La cosmovisión dividida del siglo XX
Jon Bakaikoa & Ignacio Urbistondo
(análisis arte siglo XX)
fragmento capítulo 5

Fue por tanto, el constructuvismo, un arte al servicio de la Revolución. Aquel arte abstracto e idealista ya no interesaba, sino que se buscaba un arte concreto y productivo, en resumidas cuentas, un arte que “construye” algo . Y durante esta etapa se encargará de construir las bases ideológicas y políticas. La corriente teórica o idealista de Malevich se vería forzada a sobrevivir en este nuevo caldo de cultivo tecnológico, industrial y productivo. Muchos de los artistas suprematistas colaborarian así con la revolución y prostituirían sus formas como propaganda. Incluso se intentará adaptar y extender el arte a todos los niveles de la vida cotidiana. Paradójicamente la igualdad social buscada por el nuevo gobierno y el intento de extender una nueva estructura cultural acabaría por volverse en su contra. El arte había muerto a favor de la producción. Y finalmente el régimen totalitario de Stalin acabaría por rematarlo .

“La muerte resuelve todos los problemas - sin hombre, sin problema."-Joseph Stalin

(...)

El dualismo de las posibles corrientes artísticas durante este periodo no es tal. No se trata de dos opuestos que se dan la espalda el uno al otro. Claro que la visión del siglo XX esta dividida. Pero las teorías y distintos puntos de vista no dejan de relacionarse. Como si de un círculo se tratase, este a veces gira a gran velocidad y hace que la fuerza centrípeta separe los distintos enfoques a sus extremos, a cada uno de los puntos de su perímetro; pero en ocasiones la rotación se tranquiliza. Y los enfoques se aproximan a su centro, estableciendo relaciones, ya sean pictóricas, formales o de concepto, para luego quizás, volver a independizarse. En definitiva, una nueva cosmovisión fragmentada y, a la vez, total.